Es fácil decir: no quiero, no me gusta, no soy esto, no soy aquello. Pero es muy difícil aceptar estas preguntas que aparecen en tu mente sin previo aviso:
¿Quién soy en realidad? ¿Por qué me toco esta vida? ¿Por qué soy así? ¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué me siento sola? Y quién sabe cuantas más.
Siempre escuche: Averigua, no te rindas, se fuerte, ¡Inténtalo!
Créeme, siempre lo intente y lo sigo haciendo. Tratar y tratar, supongo que es muy bueno, pero nadie te dice “seguí intentando, se fuerte pero ten en cuenta que eso te consumirá emocional y psicológicamente”. Nadie te dice eso. Y claro, vos tampoco lo quieres escuchar en ese instante, eso mataría las pocas ganas que esa frase te da.
Tal vez lo llames cobardía, tal vez lo llames poca fe. Tal vez llegues a pensar que es una salida fácil, o que todo es una mentira.
¡Stop!
No es lo mismo ver las cosas que una perspectiva diferente, desde una canción o una carta, desde una foto o un comentario, desde un chisme o una verdad distorsionada; no es lo mismo, nada es lo mismo y nunca será lo mismo. Todo cambiará hasta que lo vivas en manera cruda y sin censura, al rojo vivo y en carne propia.
Es la ley de causa-efecto inevitable que nadie nunca podrá cambiar.
¿Y ahora que piensas acerca de todo esto?
Me llamo Kimberly Haderspock, tengo 16 años.
Soy de esas chicas que siempre ves sonriendo, de las que poseen una belleza que nadie puede explicar, de las que siempre resaltan y brillan en cualquier lugar sin ningún esfuerzo. Soy de esas que públicamente odian, envidian, critican pero en el fondo admiran sin explicación.
Soy de esas de las que siempre te sorprenden, de las que te producen alguna curiosidad, de las que cuando las ves pasar en la calle, volteas a verla.
Soy todo eso y mucho más.
Tengo una familia muy grande, padres importantes, dinero, fama y poder. No me gusta recordarlo siempre. Odio que me conozcan solo por "ser" y por mi apellido. En mi calendario tengo programado muchos viajes y muchos lugares por conocer. Tengo invitaciones guardadas de los diseñadores más importantes, fiestas exclusivas y reuniones privadas.
Mis amigos son muchos, en realidad son demasiados, pero mis cómplices son los mejores. Somos doce, ya conocen el dicho: Más barato por docena.
Somos diferentes, pero eso nos hace iguales. Todos tenemos vidas “fabulosas” según todos, pero los que piensan eso no creen que también sufrimos y lloramos en silencio, todos nos apoyamos mutuamente y tratamos de salir adelante siempre, no importa la razón. Nos catalogan como los “niños ricos” o los “creídos de mierda” seguro alguna vez has escuchado o dicho algo parecido ¿Entiendes como todo cambia cuando dices esas frases?
Soy igual que tú, que tu mejor amiga, prima, vecina, abuela tal vez.
Un poco loca, dramática y sentimental, divertida y espontanea, tendré una linda sonrisa y unos ojos cautivantes. Una estatura y un cuerpo que me permiten trabajar como modelo. Tendré a los novios más lindos y seré conocida como la manzana de la discordia. Tal vez desde el primer segundo me llegues a querer con todo el corazón o puede ser que te nazcan tus instintos asesinos de un o una asesina en serie.
Puede ser que te preguntes: ¿Y está en que se parece a mí?
Como tú, he llorado en las esquinas de mi habitación, he recorrido calles y calles tratando de alejarme de todas las cosas que me rodean, he tratado de comprar cosas que me llenen de felicidad. He suplicado atención, he mostrado sonrisas falsas, he reído a carcajadas cuando en realidad solo quería encerrarme en mi cuarto y llorar. He escuchado a personas hablando mal de mí a mis espaldas, a personas que creí y consideraba que eran mis amigos. Me han traicionado, he bailado encima de mesas y he hecho cosas de las cual no estoy orgullosa pero de las cuales no me arrepiento. Me he perdido en el aire, detrás de una sombra, he conocido lo que está bien y está mal, he lastimado a las personas que en algún punto de mi vida quisieron y trataron de ayudarme, me he comportado como una perra y una estúpida. Me he sentido sola e incomprendida, absurda, todo o nada, vacía, insignificante, dependiente, me he sentido… nada.
He tenido momentos de gloria y bueno, momentos donde solo quería que el mundo acabara.
He llorado sangre, no exactamente sangre pero se puede decir que algo parecido. He disfrutado de todos los placeres que la vida me pudo brindar y me sigue brindando. Luche por mis sueños y nunca me rendí. Conocí el verdadero amor y estuve a punto de perderlo. Corrección, soy perfectamente imperfecta. Toque fondo pero luego me levante.
Lo único que puedo decir es que lo bueno de tocar fondo, es que no puedes caer más.
Y como dije al principio, soy todo esto y mucho más.
¿Aun así quieres conocer mi vida? Me alegro que no hayas salido huyendo… aún.
Abróchate los cinturones, prepara algún botiquín de primeros auxilios, ten en mano tu celular y tu cámara fotográfica, llama a tus mejores amigos, cierra los ojos que este show está a punto de comenzar.
Canción del dia: The reason why - the click 5
Con amor, Sam
